Completamos nuestras propuestas de observación con una de las constelaciones más representativas del verano, el Águila, y su inseparable compañera, el Escudo.
Insertadas en la Vía Láctea, estas constelaciones nos ofrecen ricos campos estelares y gran cantidad de objetos de todo tipo. Este mes observaremos cúmulos abiertos, cúmulos globulares, nebulosas brillantes, nebulosas planetarias y nebulosas oscuras. Dos de estos objetos llamarán poderosamente nuestra atención por su fama y belleza.
M16, la Nebulosa del Águila, llamada así por su forma (no está en la constelación del Águila, ni está en el Escudo, ¡está en la Serpiente!). En telescopios pequeños e incluso medianos será difícil ver la nebulosidad. Apreciaremos el cúmulo que se forma en su interior. Con telescopio de mayor
abertura apreciaremos la nebulosidad e incluso las partes oscuras de su interior, los llamados Pilares de la Creación, con la famosa fotografía tomada por el Telescopio Espacial Hubble.
M11, el Pato Salvaje, es un cúmulo observable incluso con prismáticos. Su nombre se debe a que sus límites norte y oeste están marcados con dos alineaciones de estrellas que forman una L, similar a la formación de las bandadas de patos en migración.
No debemos olvidar la nebulosa planetaria NGC 6781, un anillo de dimensiones considerables, y la
nebulosa oscura la E de Barnard, difícil de localizar por ser precisamente oscura y de grandes dimensiones (casi 1°x1.5°, usar el ocular con menor aumento y mayor campo posible).
Como todos los meses os invitamos a que subáis vuestras observaciones y las compartáis con todos nosotros en la sección de partes de observación.
Con esta propuesta finalizamos. Esperamos que os hayan sido de ayuda. Disfrutad de los cielos estrellados tanto como lo hago yo.
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Muchas gracias por el trabajo y la disposición